Máximo Chehín nació en Tucumán y, actualmente, reside en Buenos Aires. Es recibido de Ingeniero por la Universidad Nacional de Tucumán y cuenta que su oficio en la literatura no fue profesional, sino que nació y fue creciendo a lo largo de su vida debido a su fuerte atracción por la lectura. Hoy, esa vida se divide entre su profesión como ingeniero y su profesión como escritor.
Máximo es una de las personas destacadas que forman parte del notorio jurado de los concursos de narrativa de la 18° Feria del Libro de La Rioja, los cuales continúan con su convocatoria abierta y cuyas bases y condiciones pueden descargarse en3. www.culturalarioja.gob.ar; por esa razón, desde la Secretaría de Culturas conversamos con él para conocer su perfil y trabajo en la literatura, como así también, su participación en una nueva edición de la Feria del Libro.
Pese a contar con un título nacional de Ingeniero, Máximo Chehín siempre estuvo vinculado con los libros y sintió gran atracción por la lectura: “fui lector desde muy chico. Mi familia era familia de lectores, por lo que había una biblioteca enorme en casa y medio que me formé ahí. Leía desde literatura argentina contemporánea hasta novelas de terror o policiales. Te leía a Stephen King a la par que te leí Borges o Mujica Laines” relata Máximo, mientras destaca que su formación puede considerarse más que todo “autodidacta”.
Actualmente, mientras se desempeña como Ingeniero, también lo hace como escritor y se encuentra trabajando en su nueva novela, “dándoles vueltas a las correcciones para ya pensar en publicarlo”.
La Feria del Libro como vínculo con lo popular
“Me gusta mucho esa idea de acercar a la gente, a los lectores, a los actores de procesos y divulgación que muchas veces están lejos” dice Chehín, “me gusta pensarlo así, como un proceso o medio para vincular”.
Para él, es importante la “intención popular” de llevar las cosas que se encuentran concentradas en el negocio editorial y llevarlos al plano popular. “Me gusta esa orientación que no es tan comercial, lo cual está perfecto como negocio, pero no como literatura”, indica, y continúa explicando que una feria está pensada desde ese lugar de acercar editores, escritores, público lector, críticos, periodistas y demás, en un mismo ámbito horizontal, “lo cual me parece buenísimo y necesario” agrega.
Si bien no ha tenido la posibilidad de haber participado en alguna de las ediciones anteriores de la Feria del Libro de La Rioja, considera “una decisión valiosa” que se haya tomado la iniciativa, por parte de esta gestión, de realizarla. “Entre tantas cosas que se han suspendido en este año en lo cultural, me parece que vale la pena hacerla, aunque tenga sus limitaciones. Hay espacios en donde se generan cosas muy valiosas si se hace con esta óptica de acercar las partes distantes y generando diálogos” comentó.
También, a Chehín le parece que es un hecho positivo para lo que se viene, teniendo en cuenta la incertidumbre que se vive, “había que buscarle la vuelta, y se hizo, por lo que aplaudo la decisión”.
Concursos literarios: la motivación para las y los escritores
Como mencionamos, Máximo integra el jurado del concurso de Narrativa: Libro de Cuentos, en la °18 Edición de la Feria del Libro de La Rioja – Letras en Conexión.
Según el escritor, los concursos literarios son importantes para las y los argentinos que se dedican a la literatura, “tenemos poco estímulo a la producción literaria”. Resalta que, si bien existen algunas becas por parte del Fondo Nacional de las Artes u otros concursos proporcionados por el Estado, no permite pensar en “dejar de trabajar en otra cosa para dedicarte de lleno a la literatura”.
Es por eso que considera que realmente a la gente que produce le falta estímulos, “le faltan incentivos para trabajar y mejorar en esto”, por lo que, el hecho de que los concursos se hayan mantenido como parte de la Feria es una propuesta que celebra y considera valiosa.
“Me gusta mucho que el premio sea a un libro de cuentos o poemas y no a un solo cuento o poesía, porque para armar un libro hay que tener una dedicación y compromiso con la literatura que es aún más difícil” comenta con respecto a la premiación de los concursos que constan en premiar un libro de cuentos y un libro de poemas.
“A un cuento podés tenerlo en la cabeza toda la vida y vas a presentarlo. Para tener un libro de cuentos es otro compromiso, tiempo y esfuerzo, y eso construye al escritor en cuanto a su compromiso como tal en depositar un deseo y parte de su vida.” Sostiene Chehín, explicando que, premiando un libro, en realidad se premia la voluntad de la persona a dedicarse a ser escritor, se premia al autor “(…) y es más valioso premiar al autor porque lo estás motivando a que siga su obra. Es importante para el que escribe un libro porque está haciendo ese esfuerzo para dedicarse a la escritura y de ahí puede salir un escritor haciendo cosas muy buenas e interesantes”, agrega
En cuanto a las y los participantes de los concursos, expresa que tiene mucha curiosidad y muchas ganas de leer qué se está escribiendo, qué temas interesan. “Tengo mucha expectativa por ver qué hay en la literatura riojana hoy”, indica.
Literatura riojana y regional
El autor reconoce no ser muy conocedor de la literatura riojana, pero sí haber leído mucho a Daniel Moyano. “Me fascina, leí mucho sus cuentos y me parece alguien brillante que necesita mucho más reconocimiento”.
“Sólo lo conozco a él y creo que esto es un problema que tenemos en Argentina, el problema del ‘centro y la periferia’ y la existencia de una especie de sistema de legitimación que dice qué es ‘importante o relevante’” comenta, y hace la crítica de que la literatura suele concentrarse en Buenas Aires, por lo que la tradición literaria de las provincias suele caer en el olvido o en la sombra. “Me interesa mucho la literatura que no está en ese centro. Y es un problema que esto se dé así porque seguramente nos estamos perdiendo de grandes escritores” expresa.
En cuanto a la Región del NOA y su literatura, Chehín cuenta que, al tener familia y amistades en la provincia de Tucumán en donde nació y se crió, tiene la posibilidad de acceder a distintos autores tucumanos y del norte argentino que son “fascinantes”; y retoma la idea de que hay autores que, por distintas razones, escapan y son excepciones a esto visión céntrica y única contrapuesta a una periferia, pero la norma es que las cosas se pierdan. Sin embargo, afirma que es algo en lo que se debe trabajar para modificar y eso debería venir del Estado, “(…) por eso me parece importante lo que está pasando en La Rioja con la realización de la Feria y los concursos. De ese empuje del Estado viene el estímulo de donde tiene que salir la fuerza para descentralizar esta cuestión”.
Escribir en tiempos de pandemia
Por último, conversamos con Máximo acerca de su trabajo durante la pandemia y cuarentena.
Considera que le cuesta el costado creativo debido, en gran medida, al encierro, ya que cuando escribe, lo que lo motiva es la experiencia; la posibilidad de hablar con gente, escuchar y/o ver algo de su entorno. “Mi proceso creativo tenía una dinámica de levantarme e irme a otro lugar, literal y figuradamente y esa dinámica se clausuró” cuenta.
Por otro lado, relata cómo fue la inspiración para el único relato que escribió durante estos meses: “Fue curioso, porque surgió de un intercambio en twitter con un amigo. Hizo un posteo acerca del futuro y la cuestión de la poca importancia de lo que decidamos ahora o no porque va a estar tapado por tierra”, de ese intercambio surgió la idea del cuento cuya idea es la de “la única certeza que tenemos en la vida, ahora más que nunca, es la muerte… el resto es poco y nada perdura”.